Captura y almacenamiento de carbono: el plan B de la UE para la descarbonización industrial

Comparte este Insight

El ser humano y todas las actividades que realiza han generado una acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, principalmente dióxido de carbono (CO₂), que ha provocado un aumento en la temperatura de la tierra y como es más que una evidencia, el cambio climático. Estamos en una situación límite en la que se están investigando, intensamente, métodos de captura y almacenamiento de carbono.


Informes recientes, como el informe de la IEA sobre Net Zero y el último informe del IPCC (2023), han subrayado la necesidad de implementar estas tecnologías para fortalecer las medidas de mitigación contra el cambio climático.


En qué consiste la captura y almacenamiento de carbono

La captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) es un proceso diseñado para capturar el dióxido de carbono (CO₂) emitido por plantas de energía y otras industrias, evitando así su liberación a la atmósfera.


Este método busca reducir las emisiones de CO₂ generadas por actividades industriales como la quema de combustibles fósiles o la producción de acero y gas natural. Al capturar estas emisiones, se previene su acumulación en la atmósfera y, por ende, se mitiga el impacto de estas actividades en el cambio climático.


Una vez capturado, el CO₂ se transporta y almacena en depósitos subterráneos a gran profundidad, utilizando diferentes métodos según las características específicas del proceso industrial. De esta manera, se contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y se promueve la transición hacia una economía más sostenible.

Las empresas y personas tienen una huella de carbono que es importante conocer, para poder reducir en la medida de los posibles, esa emisión de C02, es necesario calcular la huella de carbono de tu empresa.

En Trinoa, te facilitamos el cálculo de la huella de carbono mediante una calculadora que puede descargarse en nuestra web. Creemos que es responsabilidad de todos, la aplicación de las mejores prácticas para minimizar nuestro impacto sobre el medio ambiente y sumarnos a la lucha contra el Cambio Climático.


Proceso de captura, transporte y almacenamiento

El proceso de captura y almacenamiento de carbono se divide en tres etapas distintas que vamos a detallar:

  • Captura de CO₂:

En esta primera fase, el CO₂ se captura directamente de las fuentes de emisión. Estas fuentes suelen ser diversos procesos industriales donde el CO₂ se genera como subproducto de reacciones químicas. Una vez capturado, el CO₂ se comprime y se transporta a través de tuberías o camiones cisterna hasta el lugar de almacenamiento.

  • Transporte del CO₂:

La segunda etapa implica el transporte del CO₂ desde las fuentes de emisión hasta los sitios de almacenamiento. Este transporte puede llevarse a cabo de dos maneras principales: a través de cañerías hasta los yacimientos de almacenamiento, ideal para distancias cortas o medianas; o en recipientes a alta presión dentro de barcos o trenes, más adecuado para distancias largas o propósitos específicos.

  • Almacenamiento del CO₂:

En la tercera etapa, el CO₂ se almacena en depósitos geológicos ubicados a gran profundidad en el subsuelo, donde no tiene valor para el ser humano. Estos depósitos pueden incluir formaciones de sal, acuíferos profundos, y yacimientos de petróleo y gas agotados. El CO₂ se inyecta en el depósito y se sella para prevenir fugas.

Es crucial evitar cualquier intervención en estas formaciones, ya que existe el riesgo de que el CO₂ se libere nuevamente a la atmósfera. Además, el CO₂ también puede inyectarse en formaciones ricas en ciertos minerales, donde reacciona químicamente para formar carbonatos a lo largo del tiempo, evitando fugas mediante la conversión del CO₂ en otro compuesto. Finalmente, el CO₂ también puede utilizarse como reactivo en diversos procesos industriales, como la carbonatación de bebidas o la producción de urea y metanol.

¿Qué propone la UE para descarbonizar la industria?


En los últimos años, Europa ha liderado con firmeza la transición hacia una economía global más sostenible, impulsando con decisión la transición energética a través de objetivos claros y políticas regulatorias orientadas a establecer una economía de bajo carbono. El European Green Deal, lanzado a finales de 2019 por la Comisión Europea, marca el camino hacia la neutralidad de carbono para el año 2050, con el objetivo de desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y potenciar la competitividad.

Este compromiso con el clima se reforzó con la aprobación de la Ley Climática en junio de 2021, la cual no solo reafirma el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, sino que también aumenta la meta de reducción de emisiones para 2030 del 40% al 55%. Esta ambiciosa actualización requiere una revisión y reforma exhaustiva de la normativa existente sobre energía y clima, proceso que se llevará a cabo a través del paquete de medidas conocido como “Fit-for-55” o “Objetivo 55”

Para impulsar la recuperación económica post-COVID, la Unión Europea ha lanzado el programa NextGenerationEU, dotado con 750 mil millones de euros, que destinará una parte significativa de sus fondos a implementar las acciones necesarias para cumplir estos objetivos climáticos, tal como se describe en los Planes de Recuperación y Resiliencia de cada Estado Miembro.

La descarbonización eficiente busca alcanzar la neutralidad de carbono minimizando los costos, favoreciendo el uso de energías renovables en la generación de electricidad como la manera más efectiva y económica de reducir las emisiones en diferentes sectores. Aunque la electrificación no es viable o competitiva para todos los usos finales de energía, para aquellos casos se exploran combustibles descarbonizados, aunque su tecnología aún es incipiente y su costo elevado.

El desafío inicial es descarbonizar el sector eléctrico, lo cual es viable gracias a la integración creciente de energías renovables, con objetivos de alcanzar un 65% de generación renovable para 2030 y 85% para 2050. Esto implica promover las renovables, digitalizar y desarrollar la infraestructura de red, asegurar la firmeza y flexibilidad del sistema eléctrico y promover soluciones de almacenamiento eficiente.

Además, es crucial descarbonizar otros sectores económicos incrementando su electrificación, especialmente en el transporte y la edificación, estableciendo una fiscalidad medioambiental equitativa y eliminando barreras para la electrificación.

Para los usos de energía donde la electrificación no es factible, como el transporte marítimo o la industria pesada, es necesario el desarrollo de combustibles descarbonizados. Aunque estos representan un porcentaje menor del consumo energético total de la UE, su descarbonización es esencial para alcanzar los objetivos climáticos a largo plazo, requiriendo un impulso significativo en I+D.


Así podemos ayudar desde Trinoa

Una compañía u organización alcanza el estado de Net Zero balanceando las emisiones de carbono que produce con las emisiones de carbono que retira de la atmósfera. Este camino no se hace de cualquier modo, primero es necesario reducir nuestras emisiones en lo posible. Y el resto, compensarlas retirando carbono de la atmósfera.

La nueva ley de Industria Net Zero (NZIA) introduce un apoyo específico para las PYMES. Los Estados miembros deben considerar las circunstancias especiales y capacidades de las PYME participantes, incluidas las startups.

Las PYMES a menudo enfrentan más problemas para participar en los espacios de pruebas regulatorios debido a la falta de información, la confusión con respecto a los objetivos de los espacios de pruebas, la falta de recursos, etc.

El Reglamento propuesto puede beneficiar significativamente a las PYME al reducir las barreras de acceso a los mencionados espacios de pruebas regulatorios y permitirles innovar en un entorno más flexible. También puede beneficiarlas en relación con plazos de permisos más cortos para proyectos de cero emisiones netas y con financiación.

En Trinoa estamos más que comprometidos a ayudarte, sin complicaciones y desde el inicio y hasta el final. Te acompañamos en todo el proceso completo, para que puedas medir las emisiones de carbono de tu organización, reducir vuestro impacto en el entorno y compensar las emisiones inevitables participando en nuestros bosques en España o creando el vuestro propio. De inicio a fin con un solo interlocutor.

Contamos con proyectos propios de captura de CO₂ cercanos, tangibles y certificados. Nuestros proyectos forestales en España se integran en los ecosistemas naturales locales, generando, además, impactos positivos en las comunidades con las que trabajamos.

Junto a ti, estableceremos objetivos ambiciosos y creíbles, acordes a tu estrategia de negocio y definiremos tu hoja de ruta hacia la Neutralidad de Emisiones.

Comparte este Insight

Posts relacionados