Actualmente, vivimos en un mundo cada vez más consciente y entregado ante los desafíos ambientales. Y las empresas no se quedan atrás. De hecho, es un sector que se enfrenta diariamente a la creciente presión por reducir su impacto en el medio ambiente.
Por ello, existen herramientas que ayudan a las PYMES y resto de negocios a la búsqueda de sostenibilidad. Y aquí es donde entra el registro de huella de carbono, una expresión que igual te suena, pero no sabes qué es exactamente.
Si tienes una empresa y te preocupa el medio ambiente, en este artículo descubrirás qué implica realmente esta práctica ya esencial entre las empresas que evalúa, controla y mejora el impacto ambiental.
Registro de huella de carbono: qué es y en qué consiste
Antes de nada, es necesario conocer qué es realmente la huella de carbono. Esta es una medida que se utiliza para cuantificar la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero, de forma directa o indirecta, por una persona, empresa, actividad… a lo largo de su ciclo vital.
Además, no solo existe un tipo de huella de carbono, sino que son tres las clases que hay según la actividad de la que provenga. La primera de ellas es la huella de carbono de una organización (la que nos compete), es aquella que se genera en función de las actividades que desarrolla una empresa o pyme durante un año. La segunda es la huella de carbono por un producto, que es aquella que calcula las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo vital de un producto. Y el tercer tipo de huella de carbono, pero no menos importante, es la de eventos, que es la que identifica las emisiones de dichos gases al celebrar un evento.
Para concienciar a todos de que el cambio climático es una realidad, se realizó el registro de huella de carbono. Fue creado por Real Decreto 163/2014 de 14 de marzo, con el fin de fomentar el cálculo y la reducción de la misma. Para calcular la huella de carbono hay una fórmula:
Huella de carbono = Dato de Actividad x Factor Emisión
Fórmula para calcular la huella de carbono
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- Dato de actividad: representa el factor que establece el nivel de actividad que genera las emisiones de gases de efecto invernadero (por ejemplo, la cantidad de gas natural que consume una cocina en una empresa hostelera).
- Factor de emisión: es la cantidad de dichos gases emitidos por cada unidad del parámetro anterior, es decir, el encargado de convertir las unidades de actividad en unidades de dióxido de carbono equivalente.
Una vez tienes lista esta operación, llega la hora de realizar el registro de tu huella de carbono. Para empezar debes definir de forma concisa aquellas actividades o procesos que vas a incluir en tu análisis e informe.
Para todo ello, debes escoger las áreas que se incluirán y sus fuentes emisoras, teniendo en cuenta que se deben dividir en emisiones directas e indirectas, siendo tres sus niveles de alcance:
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- Alcance 1: son aquellas emisiones directas de fuentes controladas por la entidad.
- Alcance 2: son las emisiones indirectas relacionadas con la compra y el uso de energía.
- Alcance 3: otro tipo de emisiones indirectas como las relacionadas con los desplazamientos de los empleados, la cadena de suministro o la gestión de residuos…
Una vez tienes todos estos datos, debes realizar la operación. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente, cuenta con varias calculadoras de huella de carbono de alcance 1+2 que pueden servirte de ayuda.
Con el resultado encima de la mesa, es hora de realizar un informe de plan de reducción, en el cual plasmar las actividades que se van a realizar para que las emisiones de gases de efecto invernadero de tu empresa o negocio, actividad o evento, tengan un alcance mínimo.
Registros de huella de carbono en España: ¿Cuáles son?
Si una empresa quiere tener certificado su compromiso de reducción de emisiones de efecto invernadero, debe registrar su huella de carbono. Pero no es un acto obligatorio. Este registro es de carácter voluntario y recoge todos los esfuerzos de un negocio y otras organizaciones españolas en el proceso de calcular, reducir y compensar las emisiones de dichos gases que resultan de sus operaciones.
En España, son varios los registros relacionados con la huella de carbono y la gestión de emisiones de gases de efecto invernadero.
Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂
Este registro lo gestiona el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su función principal es registrar las huellas de carbono verificadas y acreditadas de empresas, organizaciones, actividades y proyectos de absorción de CO₂, fomentando así la reducción de la huella de carbono en las empresas y promoviendo proyectos que mejoren la capacidad sumidero de nuestro país.
Registro Nacional de Derecho de Emisión
Este registro es administrado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y su función es la gestión de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero según el sistema europeo de comercial de derechos de emisión. Este registro es obligatorio para aquellas empresas que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero en sectores industriales.
Registro de la Oficina Española de Cambio Climático
Esta oficina forma parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y lleva a cabo otras actividades relacionadas con la mitigación del cambio climático.
Cada uno de estos registros desempeña un papel clave en la monitorización y gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero y en el cumplimiento de los compromisos de las organizaciones, tanto a nivel nacional como internacional, en relación con el cambio climático.
¿Cómo funcionan los registros de huella de carbono en España?
Como en cualquier caso en que se realiza un registro, es necesario cumplir unos requisitos concretos y enviar una solicitud. Centrándonos en el registro de huella de carbono, que es el que otorga a la empresa u organización el certificado de cumplimiento, se debe saber lo siguiente.
Por un lado, se pueden inscribir personas jurídicas o trabajadores autónomos responsables de emisiones de gases de efecto invernadero y personas, físicas o jurídicas, responsables de proyectos de absorción de CO₂.
Una vez se cumple este primer y primordial requisito, hay tres áreas en las que la empresa o persona física puede inscribirse:
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- Área de huella de carbono y de compromisos de reducciones de gases de efecto invernadero: en esta se inscriben las mediciones de la huella de carbono de la empresa u organización y los acuerdos para que el alcance de la misma sea el mínimo.
- Área de proyectos de absorción de CO₂: aquí se registrarán aquellos proyectos relacionados con la captura ce CO₂, especialmente aquellos vinculados con la gestión de la tierra.
- Área de compensación de huella de carbono: en este apartado se registrarán las acciones de compensación de la huella de carbono correspondiente a la información ingresada en la primera sección.
Una vez sabes que tu empresa u organización puede realizar la inscripción en alguna de esas áreas, se debe pedir la solicitud de inscripción en el registro. Rellenado el formulario que se recibe, se debe enviar junto con la documentación necesaria: documento en el que se reflejan los cálculos de la huella de carbono de la empresa, certificado de verificación y el plan de reducción de la huella de carbono.
Ya entregado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico todo lo anterior, debe analizar los documentos. Una vez esté todo correcto y validado, dicho ministerio manda un certificado de inscripción con el sello correspondiente.
A través de este sello, las empresas pueden demostrar su participación en el registro y su esfuerzo por la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente.
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- Dicho sello identificará a cuál de las áreas anteriores pertenece la empresa u organización. Es decir, si calculan su huella de carbono y si están trabajando para reducir/compensar sus emisiones o todas las anteriores a la vez.
- También permite identificar el período de tiempo de participación de la empresa; período que suele ser de un año.
A continuación, te dejamos unos ejemplos de los cuatro tipos de sellos que puede recibir una empresa u organización por su registro:
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- Ejemplo de sello de cálculo de huella de carbono: hace referencia al sello con fecha de 2014. Con él la organización certifica que se ha inscrito en la sección de huella de carbono y de compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, calculando su huella de carbono de, al menos, alcance 1+2 para el 2014.
- Ejemplo de sello de cálculo y reducción de huella de carbono: el segundo sello, con fecha de 2015, avala que la empresa, además de calcular su huella de carbono, ha cumplido con los compromisos de reducción de emisiones establecidos.
- Ejemplo de sello de empresa registrada en huella de carbono y compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y compensación: el tercer sello, fechado en 2016, sería el sello que tendría una empresa registrada en las dos áreas comentadas. Así, dicha empresa habría calculado su huella de carbono y compensado sus emisiones a través de un proyecto u otras reducciones reconocidas por el ministerio.
- Ejemplo de sello de cálculo de huella de carbono, compromiso de reducción de emisiones y compensación: el cuarto sello, fechado en 2017, lo tendría la empresa que haya calculado su huella de carbono, cumplido con los compromisos de reducción y además, haya compensado sus emisiones a través de proyectos u otras reducciones reconocidas por el ministerio.
Esto es todo el proceso de registro de la huella de carbono. De esta forma, todo aquel que visite o investigue sobre tu empresa o negocio sabrá cuál es tu lucha contra el cambio climático. Y para ello, desde Trinoa también podemos ayudarte a encontrar tu camino hacia el Net Zero. Consúltanos sin compromiso.